II Salón de las Industrias Culturales y Creativas 2019

CulturSIC es una iniciativa del Máster Propio en Gestión en Políticas y Proyectos Culturales de la Universidad de Zaragoza, la Facultad de Filosofía y Letras, el Programa de Emprendimiento Cultural del Instituto Aragonés de Fomento, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, La Terminal de eTOPIA_ (Ayuntamiento de Zaragoza, Hiberus Tecnología e Ibercaja), así como otras entidades colaboradoras, y tiene como finalidad visibilizar la creciente importancia estratégica de las “Industrias Creativas y Culturales” en la nueva sociedad del conocimiento y la revolución digital.
CulturSIC pretende ser una plataforma permanente por medio del Salón Virtual y una cita anual presencial para dar a conocer a la sociedad aragonesa y especialmente a la Comunidad Universitaria, las diferentes iniciativas culturales, empresas y entidades del sector y los servicios profesionales de la cultura, un sector dinámico y creativo que tiene por delante grandes retos de crecimiento y que irá ocupando un lugar cada vez más destacado en el impulso económico de las ciudades y territorios, además de los hábitos y estilos de vida de la población.
CulturSIC se plantea dinamizar en Aragón el apoyo institucional y empresarial a la cultura, así como incentivar el emprendimiento cultural y favorecer sinergias y alianzas, fortaleciendo así la imagen cultural de la comunidad aragonesa como territorio de progreso y modernidad.
CulturSIC también sirve de espacio de encuentro y reflexión entre los propios profesionales y empresas culturales y creativas, así como un lugar de intercambio de buenas prácticas con la programación de actividades paralelas: mesa de reflexión, portafolios, espacio de stands, y cierre lúdico para el encuentro entre participantes.
CulturSIC es consciente que la cultura está cambiando de manera vertiginosa, pero no solo por el efecto de la pasada década de crisis que efectivamente ha acelerado este cambio, están cambiando las formas de expresión, los géneros y los medios para hacerlo, los contenidos, y lo más importante los propios públicos y la manera de entender el hecho cultural.
… y como dice Mario Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. Nuestro mundo cambia de modo trepidante, y sabemos que en este cambio las ICC son imprescindibles, CulturSIC quiere aportar un nuevo recurso para saber cómo adaptarnos a este cambio de la mejor manera posible.
EL Salón CulturSIC
El concepto de industrias culturales y creativas ha tenido a lo largo del tiempo una evolución en cuanto a su significado debido a que supone un conjunto más amplio de actividades, incluyendo la producción artística, cultural, la arquitectura y la publicidad.
Asimismo todo planteamiento teórico necesita de un análisis histórico para que sea posible comprender en qué contexto fue planteado.
Las industrias culturales no logran comprender y abarcar los nuevos medios que vienen surgiendo a partir de las TIC. Eso ocurre porque en el momento histórico, político, económico, social y cultural en que el concepto fue elaborado el mundo era totalmente distinto y la cultura tecnológica apenas empezaba a dar sus primeros pasos.
Hoy en día el análisis de las nuevas industrias (que incluyen la producción de contenidos, las nuevas tecnologías y convergencia digital) involucran también formas diferenciadas de sentir, de posicionarse frente el mundo y posibilitan nuevos conocimientos. Esta nueva industria abarca nuevos modelos de negocios, nuevas estructuras tecnológicas, nuevos lenguajes para esos medios digitales, nuevas maneras de relacionarse con los diferentes públicos y nuevos profesionales capacitados para nuevas demandas.
Es cierto que puede ponerse en duda el sistema generalizado que agrupa a todos los subsectores culturales o creativos, sean estos de creación, de producción y distribución de productos tangibles, prestación de servicios, difusión de ideas o generación de experiencias, pero cuando el objetivo es plantear el valor de los sectores culturales y la creación de empresas y empleo no resulta tan transcendente los sistemas que emplea Europa y los estados o EUROESTAR, para la catalogación sectorial o la elaboración de las grandes estadísticas culturales, como tampoco lo serían los términos de uso: industrias culturales, industrias creativas, industrias del ocio, industrias del entretenimiento, industrias de contenidos, industrias protegidas por el derecho de autor, economía cultural, economía creativa… o la cada vez más de moda “Economía Naranja” definida como el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales.
Lo cierto es como dice el especialista inglés Charles Landry que el poder de las industrias creativas basadas en el conocimiento y la cultura es fundamental para las ciudades del futuro. Unas ciudades que si son dinámicas y creativas atraerán talento y las empresas del futuro necesitan el talento ahora más que nunca. Las ciudades necesitan ser competitivas para atraer empresas y cada ciudad tiene que buscar su propia identidad y su especialidad. A estas alturas del siglo XXI está más que demostrado el poder de la cultura como herramienta estratégica para la consolidación de las ciudades haciéndolas más inclusivas, creativas, habitables y a la larga más sostenibles, ciudades de éxito donde sus motores tractores son la creatividad y la diversidad cultural y donde el patrimonio material e inmaterial es una parte integrante de su identidad que a su vez genera un sentido de pertenencia, cohesión y vitalidad comunitaria.
Desde que John Howkins planteará el concepto de “la Economía Creativa”, en su libro publicado en 2001 “La economía creativa: transformar una idea en beneficios”, hasta el actual concepto de la “Economía Naranja” se han venido desarrollando muchos ejemplos de éxito, los aportados por la Red de Ciudades Creativas, o las iniciativas para las Ciudades del Aprendizaje y las Ciudades Inteligentes, o los relacionados con la protección de los paisajes urbanos históricos que avalan el planteamiento descrito.
Lo que marca posición en defensa del término industrias de contenidos es la posibilidad de participación ciudadana, así como la inmensa carga de informaciones que los habitantes puedan recibir diariamente, es por eso que el paso del mundo analógico al digital está revolucionando los sectores tradicionales de las Industrias Culturales y Creativas. La digitalización de los contenidos ha generado innumerables posibilidades de desarrollo a nuevos negocios que están impulsando el crecimiento del mercado. Esta visión clásica de la cadena de valor se encuentra posicionada en cada eslabón de la cadena con poco margen a la integración en otros ámbitos del negocio. La naturaleza de los contenidos digitales y la presencia de nuevos agentes motivan la redefinición de las estrategias comerciales de los agentes tradicionales del sector.
Ante la necesidad de generar nuevos modelos económicos para las Industrias Culturales y Creativas, el contenido de reflexión para la primera edición de CulturSIC tiene como objetivo exponer un estado de la cuestión actualizado y reflexionar sobre las nuevas vías dentro de la cadena de valor para las actuales Industrias Culturales y Creativas.
En torno a este debate, planteamos para esta primera edición de CulturSIC, espacios de reflexión que tengan como marco conceptual “CULTURA” “ECONOMÍA” y «EUROPA«.

Las ICC y algunas certezas
- Está demostrado que en aquellos territorios que realizan una apuesta por el valor añadido, la creatividad y la innovación, las ICC ocupan un lugar estratégico en las políticas territoriales. En un contexto económico globalizado, las economías con mayor crecimiento están desarrollando estrategias en este sentido. Ej. La industria creativa y cultural británica es una de las más dinámicas del mundo. Genera un negocio de más de 9,6 millones de libras cada hora y da empleo a 2,8 millones de personas. Es también una de las más innovadoras.
- En la economía del conocimiento y la economía creativa el valor y la riqueza no se encuentra tanto en proyectos faraónicos generalmente insostenibles, se encuentran mucho más en el capital intangible (conocimiento y propiedad intelectual, know-how, capital relacional, posicionamiento, talento, etc.). Así pues, las estrategias de apoyo a las ICC también deben ir más allá de un desarrollo específicamente sectorial, y se trata por tanto de promover relaciones y sinergias de las ICC con el conjunto del sistema tanto del conocimiento como el productivo porque la creatividad tiene efectos positivos directos e indirectos en la innovación y, por tanto, en el conjunto de sectores económicos. Un ejemplo del cambio que se está produciendo lo tenemos en el hecho de que en España, de las mil primeras empresas por facturación, casi 500 invierten en algún tipo de patrocinio cultural o deportivo, que junto al mecenazgo, suponen más de 750 millones de euros (un 10% más que a la publicidad convencional), según Carles Cantó Naves director de la División Consulting IMG. Y de estos 750 millones de euros, casi el 50% se destina a patrocinios de tipo cultural-musical, al mecenazgo y al llamado marketing de contenidos y experimental.
- Aragón que actualmente tiene 2.854 empresas culturales y siguen creciendo cada año, tendrá que arriesgar más para ser un territorio más creativo y adoptar una participación más activa en el mundo del conocimiento, tomándose mucho más en serio la “revolución digital”, la ciencia, la tecnología y la cultura, pilares tractores de la nueva sociedad. Y especialmente cuando observamos cómo el arte y la cultura ayudan a impulsar la creatividad de las propias empresas de un territorio, no solo porque ayude a la creatividad y a innovar, también porqué se generan ideas disruptivas que pueden ser utilizadas por las empresas, para ello es necesario crear marcos nuevos de interrelación.
- Los errores se pueden corregir, las oportunidades perdidas no se pueden recuperar, ese es nuestro dilema actual en Aragón, pero una cosa es cierta el gran diferenciador de la riqueza futura de los territorios será la dependencia del conocimiento y la creatividad.
- Pero también se debe entender que la naturaleza de desarrollar intangibles es muy diferente a la producción de bienes manufacturados: requiere por su esencia acumulativa de tiempo, y asumir que el mundo creativo es complejo y donde el tamaño y la pertinencia si importan, estamos hablando de relaciones y conexiones, no de edificios.
- El sector cultural representa actualmente alrededor del 4,5 % del PIB de la Unión Europea y da empleo a más de ocho millones de personas.
- En España hay 112.037 empresas culturales que dan trabajo a más de seiscientas mil personas y mueven 25.976 millones de €. Si las ICC fueran un país del mundo, serían la cuarta economía después de EEUU, China y Japón, o el noveno mayor exportador de bienes y servicios, o la cuarta fuerza laboral del planeta.
- Se hace necesario ir hacía modelos y estructuras del sector cultural que aproveche su dinamismo y su capacidad para generar empleo pero buscando a la vez escalas de empresas que generen empleos de calidad y de estabilidad.